martes, 22 de marzo de 2011

22 de marzo: Viaje a Puno.

El 23 de febrero he huído a Perú para poder arreglar mi visado y que me dieran la prórroga de un mes en Bolivia. Después de los mamoneos varios con abogados y la Oficina de Inmigración, después de hablar y hablar e incluso viajar a Desaguadero (frontera con Perú) para nada... al final no quedó otro remedio que hacer esto.

Nos tuvieron horas en la frontera comprovando pasaportes, sellos, etc. Llegamos de noche y con un frío horrible a Puno, así que nos agarramos el primer albergue que pudimos y a dormir. Aunque a mi me costó sobremanera porque al bajar considerablemente de altura (Puno está a pocos metros sobre el nivel del mar), mi corazón se resintió jodido y lo pasé realmente mal durante unas 3 horas...

Al día siguiente estaba bien y recorrimos las calles de Puno. En Perú tienen las salteñitas igual que en Bolivia pero allá se comen con limón... y están de muerte. La ciudad es bien fea, todo sea dicho, aunque vale la pena verla por los moto-taxis que hay, que son re-cheveres.

Nos montamos en unos patitos gigantes para recorrer el Titicaca, hicimos turismo gastronómico y, cuando ya habían pasado 24 horas (por mis papeles) decidimos volver.

Sin embargo y sin saberlo, por circunstancias externas, nuestra travesía no acabaría aquí...





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