2 de diciembre de 2010.
Hoy ha sido un día de trabajo y dinamismo igual que ayer. Hemos hecho nuestras tareas y luego hemos ido a almorzar de nuevo a la pensión, solo que hoy sólo me he atrevido con un plato.
Santos y Johnny están muy sorprendidos conmigo. Dicen que me estoy adaptándome muy rápidamente. También dicen que soy la primera voluntaria que no traigo problemas con la comida... creen increíble el hecho de que me guste toda la comida de acá y la disfrute tanto, cuando el resto de voluntarixs no querían comer. Se les ve muy a gusto conmigo porque el humor y las risas fluyen. Les encanta reír conmigo, enseñarme todo y que yo les cuente cosas a cerca de mi cultura y mi país: el intercambio es tan rico... No paran de decirme lo alegre que soy y demás elogios, que, obviamente, están derribando mis límites poco a poco.
Con Johnny la paso grande. Hemos tenido una conversación interesantísima a cerca de los diversos tipos de psicoterapias: Gestalt, sistémica, TREC, psicoanálisis... Acá no saben qué es la Gestalt obviamente, ya que es una terapia enfocada en el autoconocimiento y autocrecimiento útil únicamente en países primermundistas. Tampoco les sirve de nada el psicoanálisis, que se centra en la causa del problema, y acá, centrarte en la causa de tus problemas sería igual a comerte el tarro todo el día porque no puedes traer comida a casa. La verdad es que la terapia sistémica me está comenzando a interesar de manera especial; sobretodo la versión centrada en las soluciones.
Nos pasamos el día hablando de política. Él habla de la de Sud-America y yo de la europea, española, catalana y euskera. Es increíble las diferencias políticas y sociales que existen entre un mundo y el otro. Acá todo está impregnado de la palabra REVOLUCIÓN. Allá es impensable. Hemos hablado del capitalismo andino, que no es otra cosa que el trueque, o el yo de doy estoy a cambio de que tú me des lo otro; también es conocido como socialismo andino, y tenemos ejemplos de estos esparcidos por todo el mundo... En muchos pueblos de Canadá, la economía funciona así, y les va muy bien. ¿Por qué no podemos simplemente ver, creer y aprender? Es increíble cuán complicadas hacemos las cosas con nuestra neurosis urbana...
A las 19h Johnny y yo nos hemos encontrado en el centro de La Paz , en la Plaza de los Estudiantes, donde he llegado mediante trufi (son los taxis oficiales, seguros y baratos; en los que no hay banderitas se supone que, además de cobrarte mucho más, como turista podrías desaparecer del mapa...). Había llegado a sus oídos que había un concierto y la presentación de una película. Al llegar al cine, resulta que se tenía que tener invitación para ver la película (es decir, ser 'alguien') y del concierto... bien, no sabemos qué ha pasado.
Sin embargo, ¡ha estado genial! El lugar estaba lleno de la clase intelectual boliviana y de otras partes del mundo. Había chocos y chocas catalanxs, españolxs, del resto de europa... Él me ha ido enseñando a las diferentes celebridades: los más relevantes directores de cine y de series de televisión de acá, también actores (entre los cuales estaba uno que salía en Che Guerrilla), y periodistas de acción. Había camareros vestidos de pingüino que llevaban bandejas con mojitos de hoja de coca y nos hemos tomado un par (con el estómago vacío nos es moco de pavo...) y nos hemos quedado por allá hablando de Cuba, Venezuela, Hugo Chávez, la nacionalización del petróleo, etc... hasta que ha llegado su ñita (es como se dice 'novia' acá). Ella trabaja en Aldeas Infantiles y hemos tenido una larga conversación a cerca del clima de esa institución mientras cenábamos un pedazo de deliciosa pizza vegetariana.
Ha sido precioso volver a casa en trufi ciendo la vista de La Paz desde arriba, de noche, con todas las lucecitas azules y naranjas a lo largo y ancho de la enorme urbe escondida entre montañas...
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